lunes, 10 de agosto de 2015

Hay otra Europa

Queríamos coger un ferry desde Italia a Montenegro, y las mejores opciones que teníamos era, o Dubrovnik en Croacia, o bien Durres en Albania. Nos decidimos por el de Albania, que sonaba más exótico; así de paso, conocíamos la capital Tirana, aunque el mismo día que desembarcábamos en Durres teníamos previsto dormir ya en Montenegro.





Craso error, al final tendremos que volver, algo tiene que haber en Albania que nos interese aunque no lo hayamos visto. 
Informándonos por Internet leemos algo de montañas, las vimos a nuestra derecha según íbamos al norte, y leemos algo de una costa abrupta y llena de fuertes, ni la vimos a nuestra izquierda según íbamos al norte.

Para rematar, la información de la zona de nuestro navegador era limitada y también se nos escapó el lago Skädar, llevándonos por Podgorica.

Pues eso, que habrá que volver, y con menos calor. El termómetro de la moto llegó a los 42.

En Albania hay gasolineras, hasta McBauman lo sabe. En Albania hay "washcars", eso sí lo ponen en inglés; y tiendas de neumáticos. Y cuando digo que los hay, no es que los haya como en todas partes, es que hay unos pocos cada pocos kilómetros. Unos días más tarde nos quedamos sin gasolina en Croacia y nos acordamos de Albania, jaja, que gracia.

Pero lo que sí hay en Albania es gente amable, que hablen en inglés no, pero amables sí. En un restaurante de carretera que paramos, cansados de 42 grados, cansados de carreteras rectas que no sabíamos a dónde llevaban, cansados de ver gasolineras y tiendas de neumáticos, el propietario del restaurante se hizo 30 kilómetros en su coche para ir a un pueblo cercano a comprar un mapa de carreteras. Mapa que luego no aceptó cobrarnos ni siquiera las cocacolas, que cayeron unas cuantas.

Y gracias al mapa gratis del amigo albano llegamos a Montenegro, pero eso será otra historia

¿Y en Tirana qué hay?

Pues en Tirana hay mezquitas, avenidas amplias y edificaciones estilo soviético. Todo muy feo, pero todo digno de ver.



En tirana hubo un dictador comunista que, en la época de la guerra fría, rompió relaciones con Rusia y China porque sus sistemas eran demasiado liberales, ahí es nada.

En Tirana hay un bulevar de la época de la ocupación italiana que Mussolini utilizaba para hacer sus grandes paradas militares




En Tirana y en Albania hay policía, mucha policía. Me llevo de recuerdo a las parejas de la policía montadas en el mismo escúter y al de un control de carretera que después de decirle que la E de la matrícula es de España, no de Estonia, se pone a cantar ¡¡¡ESPAÑA, ESPAÑA!!! como un hincha de fútbol.







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